Tantos son los contrastes,
las miserias cotidianas,
los llantos de rabia secados por el miedo
y consolados por la muerte
Que me resulta difícil no caer en la cotidianida
de la locura,
en estas rutinas de acero,
de tiempos falsos y emociones bacías
Que nos quiebran el alma que nos roban la vida.
.Nos han acostumbrado ha caminar con los ojos cerrados,
ha mendigar derechosy delegar obligaciones,
ha comprarles sin reclamosu paz y su orden
En que momento dejamos de mirar el cielo ¿?
de amar sin freno??
Las cosas no han sido fáciles
y creo no lo serán
pero me alegra saber
que aun seguimos quemando la yerba podrida,
Conspirando contra el enemigo,
construyendo nuestros sueños clandestinos,
manchándonos de noche,
de calle,
De pasión por la vida…
de amor y rebeldia
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